Los incas de Vilcabamba

Los incas de Vilcabamba

La restauración del gobierno inca

Tras la ejecución de Atahualpa, Pizarro eligió como inca a Túpac Huallpa, conocido también como Toparpa, pero camino hacia el Cusco, murió repentinamente.

Esto desencadenó otra crisis: la elección de un nuevo inca que lo sustituyese. Ante tal situación, se formaron dos bandos: Challco Chima, quien era general de Atahualpa, deseaba que el sucesor fuese Tupa Atauchi, quien era hijo de Atahualpa; mientras que los seguidores de Huáscar deseaban que el nuevo inca fuese alguien nacido en el Cusco. Pizarro optó por un representante del bando cusqueño y eligió a Manco Inca el 13 de noviembre de 1533.

Manco Inca entró al Cusco, donde fue recibido con entusiasmo; allí se le puso la mascaypacha. Posteriormente, al mando de 5000 soldados incas y 50 españoles, derrotaron a Kiskis, general seguidor de Atahualpa.

Manco Inca creía que estaba utilizando a los españoles, pero en 1534 llegaron al Perú 500 peninsulares con equipaje y enseres para establecerse por largo tiempo. Esto, unido a las alianzas que los españoles establecían con los chancas, cañaris, huancas, etc., es decir, con enemigos de los incas, le hizo tomar conciencia del verdadero interés de los extranjeros en quedarse a gobernar el territorio del Tahuantinsuyo.

La lucha de Manco Inca

Con el objetivo de dividir a las tropas españolas, Manco Inca le aseguró a Diego de Almagro que al sur del Perú había otro imperio rico en oro. Esto era absolutamente falso, pero tenía por finalidad motivarlo a emprender una expedición que lo alejara del Cusco. Asimismo, despertó la codicia de Hernando Pizarro con el rumor de la existencia de una estatua de oro en el valle de Yucay. El inca le pidió al español que lo libere para que él pudiera traérsela de regalo. Hernando liberó a Manco Inca, quien organizó un ejército para atacar a los españoles y liberar al Tahuantinsuyo.

El 3 de mayo de 1536, Manco Inca se dirigió hacia el Cusco y cercó la ciudad. Francisco Pizarro, conocedor de la situación, envió expediciones de apoyo desde Lima, pero ninguna pudo acercarse al Cusco, pues los aliados del inca lo impidieron.

En agosto de 1536, Titu Yupanqui, al mando de miles de indígenas, tomó el cerro San Cristóbal y sitió Lima. Francisco Pizarro encabezó la defensa de la ciudad y logró derrotar a Titu Yupanqui cuando intentó tomar la plaza de Armas. Mientras esto sucedía en Lima, a Manco Inca se le complicó la situación en el Cusco, por lo que se vio obligado a levantar el cerco que había establecido allí y refugiarse en la ciudadela de Vilcabamba. Desde ahí organizó una serie de expediciones de hostigamiento contra los españoles, pero ninguna tuvo la magnitud de la de 1536.

Las negociaciones de los incas

Los sucesores de Manco Inca iniciaron negociaciones con las autoridades coloniales para llegar a una paz definitiva.

·         Sayri Túpac trató de llegar a un acuerdo con las autoridades españolas; sin embargo, las primeras conversaciones que mantuvo con Pedro de la Gasca fracasaron. Recién en 1558 llegó a un acuerdo con el virrey Andrés Hurtado de Mendoza. Este logró que Sayri Túpac saliera de Vilcabamba y viniera a Lima, donde se reconoció vasallo del rey de España. A cambio, se le otorgó el control sobre el valle de Yucay, a donde se retiró hasta que murió en 1561.

·         Titu Cusi Yupanqui reanudó las hostilidades contra los españoles a través de una serie de incursiones en el valle de Yucay y hostilizando a los viajeros y mercaderes que iban o venían de Lima al Cusco. Paralelamente, fingía la intención de convertirse a la fe católica, despachando, con este pretexto, mensajeros al gobernador Lope García de Castro. De tal modo se originó la capitulación de Acobamba, por la cual se establecía la paz y se perdonaban los delitos cometidos a los indígenas rebeldes bajo la condición de permitir el asentamiento de un corregidor y de frailes doctrineros en el territorio que administraba Titu Cusi. A cambio, se le otorgarían los mismos privilegios que a su hermano. Pero, a pesar de haberse bautizado, el inca sentía desconfianza de los españoles y hacía todo lo posible por evitar su salida de Vilcabamba. Murió hacia 1570 sin haber llegado a un acuerdo con las autoridades coloniales.

·         Túpac Amaru y el fin de la resistencia

Túpac Amaru gobernó el territorio administrado por Titu Cusi Yupanqui desde comienzos de 1571. Él se había opuesto a la política de su antecesor y resolvió cerrar de nuevo las fronteras de Vilcabamba. Sin embargo, el virrey Toledo estaba decidido a acabar con la resistencia y le declaró la guerra en la Semana Santa de 1572.

El ejército español emprendió una existosa campaña y logró ingresar a Vilcabamba, pero no lograron capturar a Túpac Amaru, quien había huido a la selva. No obstante, días después fue capturado y condenado a muerte. De esta manera, finalizó la resistencia incaica.

    Actividades:

   1. Elabora un mapa conceptual con los datos obtenidos en esta lectura

   2. Redacta una breve biografía de Francisco Pizarro, Atahualpa y Tupac Amaru    I. 

   3. Graficar (Dibujar o pegar) las imágenes de los personajes mencionados